Calla

Calla, enmudece, de Marcos, 4,39. Esta historia, es una lección de las muchas que Jesús, les dio a los discípulos en cuanto al Reino de Dios, este Reino de Dios, es algo totalmente diferente a lo que hoy enseñan muchos maestros teólogos de la Biblia. Jesucristo, vino a este mundo para enseñarnos del Reino de Dios, para hablarnos de algo que el hombre no sabía nada, y que un día tendremos todos que llegar allí. Y vamos a explicarnos un poco, Jesús, con esta experiencia nos quiere enseñar algo, Él vino desde el cielo, Juan, 3,3, ahí el Nombre Dios, quiere decir cielo, salió de Dios, y a Dios, iba, pero antes de llegar a aquel lugar hay un camino a recorrer, y esa es la lección que Jesús, quiere darnos, un detalle importante, cuando Jesús, fue a buscar los discípulos, no se fue a la universidad de Jerusalén, sino que se fue al mar, la mayoría de los discípulos eran pescadores, ¿y porque de eso cuando hoy día cuando un empresario busca obreros para su fábrica, ciertamente se va a los centros de enseñanzas, Él se fue al mar porque mira lo que le dice a Pedro, en Lucas, 5,10, serás pescador de hombres, esa es la idea de él porque Jesús, se va al mar a buscar los discípulos, en esta historia que nos ocupa en esta hora se trata que Jesús, ha terminado de usar otros oficios del pueblo, como era la agricultura, la siembra del trigo y mostaza, y ahora le dice a los discípulos, ¡pasemos al otro lado del mar, ya iban atravesando, el mar el mar de Galilea, donde dicen que está entre montañas y que el viento sopla con fuerza, y que el mar se embravece con regularidad, y me he preguntado tantas veces, y Dios, siempre me da la misma repuesta, ¿Por qué precisamente, ese mar se tiene que alborotar cuando los discípulos van a hacer la travesía? (sí) ahora, los discípulos tenían mucha experiencia en el mar, (pescadores) habrían visto muchas veces el mar revuelto, pero parece ser que en esa noche, se aumentó la braveza, sí porque tenéis que aprender, que importante, es esta idea, hay que aprender, cuando pienso que en aquella noche, el mar se embravecería más que en otras ocasiones, me acuerdo cuando sentencian a Daniel, y sus compañeros, al horno de fuego, Daniel, 3,19, allí fueron siete veces más de lo normal, y aquí en la travesía yo no sé cuánto más se aumentaría la fuerzas del mar, pero Jesús, les va a dar una buena lección del Reino de Dios, Estos fenómenos sobre naturales, se dieron muchas veces en la historia de la Humanidad, por ejemplo la historia del diluvio, la torre de Babel, la lluvia de Sodoma y Gomorra, las plagas que se produjeron en Egipto, la división del mar Rojo la sequía y la lluvia de la oración de Elías, 1ª de Reyes, 17,1, y 18,1, y ¿Qué diremos de la historia de Jonás, 1,5,4, y otros muchas historias que aparecen tanto en la Biblias como las que estamos viviendo las inundaciones que vienen, y se llevan todo lo que cogen por delante, y ahora tenemos, la experiencia de los discípulos y el Reino de Dios, creemos que todos aquellos acontecimientos que hemos mencionado de la Biblia, todos lo mandó Dios, que es el que puede usar la naturaleza para provocar estos acontecimientos, Jesús, dice que Dios, hace salir el sol para todos, Mateo, 5,45, pero seguimos pensando en esa lección de la travesía, otro detalle, y ahora tenemos que tener en cuenta los dichos que hay por ahí incluso en boca de los religiosos, ¿Jesús, es Dios, o no? Mira bien con lupa, todos aquellos acontecimientos, yo me paro a pensar, si Jesús, es Dios, Romanos, 9,5, o 1ª de Juan, 5,20, pero ahora lo que parece que está sucediendo, y que el Hijo le está contradiciendo al Padre, porque si el Padre manda ese viento huracanado, que embravece al mar, mientras que viene el Hijo y lo manda que se haga grande bonanza, ¿en qué quedamos? ¿sé contradice el Hijo con el Padre? Pues de la forma que yo entiendo la Biblia, no se contradice ni en una letra, todo es correcto, y ahora es cuando el hombre tendríamos que razonar, y descubrir, que si por una parte el Padre, manda la tormenta, que eso es lo que la humanidad, estamos viviendo hoy, y por otra parte viene el Hijo, y manda que enmudezca, ¿qué es lo que está pasando aquí? Dios, está airado con el hombre, lo tenemos muy-muy enfadado, no está contento Dios, con el hombre desde aquel día que Dios, le dijo al hombre, no comas del árbol que está en medio del huerto, porque el día que dé el comas ciertamente morirás, Génesis, 2,17, ¡bueno¡ el hombre no conocía la muerte, no conocía la guerra, ni el hambre, Génesis, 2,9, ni conocía, la codicia, de Génesis, 3,6, codiciable, pero todas estas desgracias, y la ira de Dios, vinieron como consecuencia de Génesis, 3,4-6, no moriréis, y seréis como Dios, ahora te pongo un ejemplo de lo que sucedió allí en el huerto-paraíso, imagínate, una empresa con cien trabajadores, el dueño-jefe, es el que manda paga y se lleva los beneficios, y esas son las reglas, Dios, dijo allí en el huerto, yo mando, aquí se hace lo que Yo diga, pero el hombre, quiso saber que tendría aquel árbol que Dios, había dicho, no comas, y comió, Génesis, 3,6, (se echaron la maldición encima) ¿la maldición? Sí, ahí la tienes en Génesis, 3,17, maldita será la tierra por tu causa, esa maldición, nos ha alcanzado hoy a la humanidad de nuestros días, es muy gordo lo que está cayendo, de hambre-guerras-muerte, y muchas cosas más que están sucediendo, tan desagradable para el hombre, y todas estas desgracias las ha vivido la humanidad desde aquellos días, por ejemplo se inició con aquellos dos hermanos, de Caín y Abel, y siguió, y sigue, y seguirá, porque según está escrito en la Biblia, no habrá mejora en la existencia del hombre aquí en este mundo, si no es siguiendo lo que enseñó Jesús, y vivió Jesús, la única salida-camino, de hacer las paces con Dios, ese Dios, que embraveció al mar de Galilea, cuando los discípulos, estaban pasando al otro lado, ese embravecimiento del mar Dios, el Padre lo manda, para dar una lección de cómo vive la humanidad, de espaldas a Él, no es de sabio el vivir-existir, de espalda a Dios, alguien me dijo, bueno que aunque según la Biblia, estamos viviendo de espaldas a Él, pero que nos dejara tranquilo, no el hombre no podrá vivir tranquilo, mientras que el hombre está sentenciado a morir, y que el hombre no sabe lo que le espera después de la muerte, y Jesús lo interpretó así, Juan, 8,21, morir en el pecado-desobediencia, pero a pesar que el hombre está maldecido por Dios, desde Génesis, 3,4-6, hay solución-remedio, todavía no se ha perdido todo, para eso vino Jesús, y esta es la lección que recibimos de ese Calla-enmudece, el embravecimiento del mar, es figura de toda la problemática que está viviendo la humanidad, estamos debajo de una tormenta muy oscura-negra, sí eres sabio querido lector, no te engañes a ti mismo, y pienses que porque no vas por la calle rompiendo los vidrios de los escaparates o tirando del bolso a las mujeres, que ya estás de la grado de Dios, no, para vivir del agrado de Dios, tenemos que creer e imitar a Jesús, y seguimos analizando esa experiencia que vivieron los discípulos, dice el pasaje que Jesús, está en la popa durmiendo, vs,28, bueno, Maestro, con las noches que tú te habrías llevado orando al Padre, Lucas, 6,12, Marcos, 1,35, y ¿ahora vienes a acompaña a los discípulos y te quedas dormido? ¿es que dormía Jesús? ¿Qué lección nos quiere dar Jesús, con este ponerse a dormir en ese momento, cuando Él Padre va a traer un embravecimiento del mar, de tal manera que las olas entran en la barca, y que se hunde la barca, figura de que la vida del hombre en el pecado se hunde, gracias a Dios, que allí estaba Jesús, y ahora viene la pregunta, ¿en esa vida de tormenta que estás viviendo donde está Jesús, en tu vida? Cuidado, ese Jesús, que nos lleva a la otra orilla, figura del cielo, porque , ¡claro¡ no valdría la pena cuando Jesús, vino a este mundo solamente, para librarnos de la tormenta de este mundo, porque si aquí hay tormenta, ¿Qué nos esperará allí, Lucas, 16,23, y aquella es más peligrosa que la de aquí, la de aquí es temporal, aquella será eterna, la de aquí, dice Jesús, que son principios de dolores, Mateo, 24,8, y ahora viene otra pregunta, dice-demuestra Jesús, que Él Puede calmar las olas del mar figura de desgracias aquí en este mundo, y ¿porque? ¿Cómo? Lo puede hacer Él, volvemos a Génesis, 3,17, y vemos que allí Dios, manda una maldición a la tierra, y por supuesto al hombre, la que estamos viviendo desde entonces, pero mira por donde ese día que vino Jesús, ha este mundo, no vino solamente para multiplicar los panes, y curar a los enfermos, incluso resucitar a los muertos, Juan, 11,44, sino que vino sobre todo, para quitarnos la maldición aquella del Génesis, 3´17, y ¿Cómo la quitó? Ahí lo tienes en Gálatas, 3,13, ese es el misterio de que los discípulos tuvieran que ir al otro lado del mar, que mientras que ellos estaban acostumbrados a vivir en medios de mar embravecido, ahora se le embravece más todavía, ¡claro¡ mira cuando el pueblo estaba en Egipto, estaban en la esclavitud-aflicción, pero cuando Moisés está llegando a Egipto, el Faraón le multiplica más todavía las tareas de hacer ladrillos, Éxodo, 3,7-10, y mira lo que dice, en Éxodo, 5,6-8, (vs) 7, no daréis paja, la mano de obra se explota más todavía, pero el pueblo va a salir de la esclavitud, lo que sucede en el mar de Galilea es una lección para preparar para entrar en el cielo, a los discípulos se les puso el camino muy cuesta arriba, pero a Jesús, se le puso más cuesta arriba cuando emprendió el camino, del calvario, y con aquella cruz al hombro, y todo este misterio está muy lejos de muchos que nos vamos pasando como creyentes, dice el Evangelio, que levantándose, Él estaba dormido, ¿ de verdad que Él estaba dormido? ¿es que Jesús, tenía tiempo para dormir? ¿ha eso vino Jesús, a este mundo a dormir? El encargo que Jesús, se le había encomendado, era de mucha más responsabilidad, de cansarse y ponerse a dormir, vino a salvar a su pueblo de sus pecados, y eso va mucho más allá de (se cansó y se puso a dormir) mira lo que yo creo, de lo que Jesús, se durmió en el cabezal, esa es una lección de cómo está Jesús, en nuestras vidas, cuando, los discípulos les preguntan, ¿no te da cuidado que perecemos? Todo esa historia seguimos apuntando, que es una figura, de nuestro caminar al cielo, no es, Señor, me he quedado sin trabajo, ¿no tienes cuidado? No el propósito de Jesús, es de llevarnos al cielo-salvarnos, que el hombre vea ya desde aquí lo que nos espera en la eternidad, ¡claro¡ aquella noche los discípulos se creían que una vez más estaban pescando, pero no estáis pescando, estáis, aprendiendo a caminar, hacia un lugar que vosotros nunca habíais caminado, y hay que aprender, que no solamente consiste en asistir a las reuniones, tenemos que confiar en ese Salvador que Dios, nos envió para salvarnos, y eso de que Él viniera a salvarnos y que los hombres gustado 1ª de Pedro, 2,1-3 crecer en la salvación, y por eso querido hermano-lector, Jesús, aquella noche, les dice a los discípulos, pasemos al otro lado, porque os tengo que enseñar todos los obstáculos que hay desde aquí a las puertas del cielo, digo a las puertas del cielo, puesto que Jesús, les dio a Pedro las llaves, Mateo, 16,19, y ahora imagínate que Él viene nos habla del Reino de Dios, y nosotros con las manos sucias de este mundo queremos entrar allí en un sitio tan limpio, hay que limpiar-preparar, la palabra perecer que aparece en el vs,38, ¡claro Maestro¡ si tú te duermes no llegaremos al cielo, ¿creemos que todos aquellos discípulo, ecepto Judas, no estarán hoy en el cielo? Yo creo que sí, luego si ellos están en el cielo, Él no estaba dormido, pero sí que los estaba probando, la salvación está en Cristo, muerto por nosotros, cuando hemos confesado a Jesús, como nuestro salvador, le debíamos de dejar toda nuestra vida en sus manos, y la lección ahí se destaca como que ellos han emprendido la travesía pero cuando van a mitad de camino se olvidan de que Jesús, va con ellos, y ellos van como habían ido otras tantas veces, le despertaron, vs,38, es una expresión de desconfianza, ahora cuando nos hemos olvidado, de que tú vienes con nosotros, ahora dice la Biblia, que lo despertaron, es un gesto de poca confianza, y ahora lo digo así y que Dios, justifique a los que pueda justificar, que poca confianza estamos demostrando de tener en ese Señor, que decimos que creemos, mientras que las cosas nos van bien, Señor, ya te llamaremos cuando te necesitemos, Señor, con qué nos veamos en el cielo cuando tú nos llames, entonces sí que estaremos contigo, pero entretanto que estamos haciendo la travesía, entretanto que vamos caminando por este desierto, ya me espabilare yo para que mientras que tú me tengas aquí en este mundo, ese pan de Mateo, 6,11, no falte, y ¡claro¡ después ahí están las evidencias que nos hemos olvidado que Jesús, va con nosotros, Vs, 38, perecemos, nos ahogaremos, la barca se hunde, ¿se hundirá la barca mientras que Jesús, vaya con ellos? Pues, si la barca se hunde Jesús, también se hundiría, y Jesús, no vino aquí a este mundo para que las fuerzas de la naturalezas lo hundieran, sí Jesús, se hubiera hundido sería figura que Él no podía salvar de aquella hora a los discípulos, pero ahí está la autoridad, Mateo, 7,29, y 21,23, la autoridad de Jesús, se manifiesta en los Evangelios tanto en el hacer como en el enseñar, en Mateo, 7,29, es enseñar, (y que poca autoridad, hay hoy en los enseñadores de la Biblia, mucha teología, que era lo que tenían aquellos hombres que tenían el encargo de enseñar la ley, los fariseos, de Marcos, 7,5-7 enseñan, descreditan-convierten en mandamiento de hombres los mandamientos de Dios, no están autorizados por Dios, y eso está hoy ahí a la orden del día, ¿Quién tendría que enseñar? Los que estén autorizados por Dios, de Mateo, 10,1, ya en los tiempos apostólicos la autoridad de la iglesia estaba por los suelos, los Corintios, no reconocieron la autoridad apostólica de Pablo, pero lo cierto y verdad, es que Jesús, estaba autorizado por Él Padre, para enseñar y para hacer milagros, tanto delante de los hombres como cuando está a sola con los discípulos, en el vs, 39 levantándose, mira que detalle, Él se levantó, hay una escena en Lucas, 7,7, que se trata de que aquel centurión le dice a Jesús, dí la Palabra y mi siervo sanará, Señor, no hace falta que gastes el tiempo llegando a mi casa, dí la palabra y basta, ahora nos vamos a nuestra escena, de Marcos, 4,39, y dice que Jesús, se levantó, ¡bueno¡ allí acostado como estaba podía haber dicho la Palabra, y el mar se hubiera apaciguado, con la Palabra de Jesús, se curaban los enfermos, pero en esta ocasión Jesús, se levantó, quizás si Jesús, hubiera callado al mar desde allí de donde estaba durmiendo los discípulos se hubieran preguntado, gracias a que ya cesó la tormenta, pero ahí tiene que haber un manifiesto de que es Él Señor quien manda a la naturaleza, naturaleza que tenemos que sacar de nuevo la idea de que mientras que Él Padre manda esos acontecimientos, del diluvio, Sodoma y Gomorra, y todos aquellos que ya habíamos apuntado al principio, ahora parece que Él Hijo está en contra del Padre, Él Padre, manda y Él Hijo rechaza, pero ya dijimos que lo que Él Padre manda, es porque tenemos la criatura muy indignado al Creador, y Jesús, viene a este mundo, y tanto con sus enseñanzas como después con su muerte, Él aplaca la ira de Dios, que se revela desde el cielo, de Romanos, 1,18, Jesús fue el único modelo que le agradó a Dios, y por eso viene ahora la expresión que nos ocupa en esta hora, el título que encabeza todo esto que estamos desgranando, se levantó, y dijo al viento CALLA, ya decíamos también que este fenómeno que el viento alborotara al mar, es todo una figura de la problemática que el mundo está viviendo desde aquel día de Génesis,3, 4-6, esa problemática es el fruto del diablo engañando a la criatura, es mucho más fácil dejarse de llevar por la mentira del diablo, que por la verdad que Jesús, vino a enseñarnos, Juan, 8,44-45, yo digo la verdad, por esa mentira está el mundo viviendo lo que está viviendo, la tormenta que tenemos encima de guerras hambre peleas luchas la confusión de Lucas, 21,25, y ahí dice por el bramido del mar, igual que en el mar de Galilea, ese mar de Lucas, 21,25, sigue siendo la misma figura de Marcos, 4,37, y un día ese mar ya no existirá, más según Apocalipsis, 21,1, ¡que, cambio¡ ¿no? bueno yo creo que ese día de Apocalipsis, tiene que llegar, igual que llegó el día que nos ha tocado de vivir a nosotros, y ¿Qué, día nos ha tocado de vivir a nosotros? El día de la Gracia de Dios, de 2ª de Corintios, 6,1-2, día de salvación, día que podíamos vivir como los ángeles como se suele decir, la humanidad es la criatura creada de Dios, la más agraciada, pero por otra parte la más desgraciada, por causa de esa maldición que nos echamos encima por desobediencia, gracias a Dios, que ahí está ese CALLA, que lo mismo que en aquella hora, Él Señor de la Creación mando a CALLAR, aquel mar, yo querido lector te puedo decir que también un día cayó la tormenta que había en mi vida, porque aunque en aquella ocasión, estaban allí aquellos doce discípulos, y todos estaban en medio de la tormenta, sin embargo yo creo que el problema no es de un pueblo, ni de una familia, ni de una comunidad, el problema con Dios, es individual, cada uno, cuando el hombre desobedeció-pecó, contra Dios, allí solamente había un hombre, y para Dios, hoy sigue habiendo un hombre, Jesús, viene a cada uno particularmente, y nos perdona nuestros pecados, sí nosotros se los confesamos, 1ª de Juan, 1,9, esa es la solución para que la tormenta, se nos quite de encima a cada uno, la reconciliación con Dios, es personal, según dice Ezequiel, 18,20, cada uno llevara su propia tormenta-pecado encima, ¡reconcíliate con Dios, has las pase con Él, y cada uno individualmente, y la tormenta desaparecerá, piensa bien lo que se puede producir, sí hacemos las pase con Dios, que mientras que ese huracán viene de parte del Dios, padre ahora viene el Hijo, le confesamos nuestros pecados, y mira lo que pasó con el ladrón de la derecha de la Cruz, Lucas, 23,42-43, acuérdate de mí, no de nosotros, y lo que nos hace falta a cada hombre y a cada mujer en el mundo, que nos respondiera Él Señor que puede perdonar pecados la palabra, acuérdate de mí es figura de arrepentimiento, y la repuesta del Señor, es figura de perdón, que aunque Jesús, en Lucas, 23,34, ofrece un perdón general pero, ese perdónalos, es individual, y no me confundas este perdón, con Mateo, 18,19, que perdonamos al hermano que nos ha ofendido, que también hay mucho pendiente por ahí, pero los pecados entre los hombres es como consecuencia del pecado contra Dios, y es que es muy grave la tormenta que el hombre está viviendo, y no quiero ponértelo más graves de lo que es, Jesús, dice que todo esto son principios de dolores, Mateo, 24,8, principios de dolores en el buen sentido que mientras que Dios, nos tenga aquí en este mundo, hay solución, ahora bien cuando ya no habrá solución será cuando estemos en la eternidad, y los que estén en el lugar que estaba, el rico de Lucas, 16,23, y querido lector, aquel momento tiene que llegar para todos los que no hayan vivido, Lucas, 18,13 mira que palabra confiesa aquel publicano, sé propicio a mí pecador, un reconocimiento y una confección, hay quien los reconoce pero no los confiesan, y entonces nos puede pasar como si nos sentimos enfermos, pero no vamos al médico, Jesús en una confesión sincera, nos dice a cada uno CALLA ENMUDECE, símbolo de te perdono, y ya se quita esa tormenta de encima, tormenta que ni tú mismo te das cuenta que está ahí, y que la humanidad no va bien, y la solución está en mi reconciliación con Dios, y volvemos a Marcos, 4, 39, cuando Jesús, dice CALLA, dice que se hace grande bonanza, mira las palabras que aparecen ahí de estar viviendo una tormenta como la que estamos viviendo, todos, mundo religión iglesia, ahí estamos todos afectados, por la misma enfermedad, se hizo grande bonanza, que contraste de la línea de vida que yo llevaba antes en medio de toda esa problemática, a la nueva vida que Jesús, me ha dado, de Juan, 5,40, Efesios, 2,1, se hace bonanzas, cuando Jesús, en un arrepentimiento, de tú parte, una confección-admisión, se hace GRANDE, bonanza, de estar muerto, a tener la vida, de llevar toda la carga del pecado, a no tener ya pecados, 1ª de Juan, 1,9, es un misterio, cuando Jesús, le dice a mis pecados, CALLA-estás perdonado, Marcos, 2,9-11, a ese paralítico se le hizo la Gran bonanza, ya no le vinieron más tormenta en los días que viviera aquí en este mundo, ¡Cuánto daño está haciendo el pecado hoy en la criatura¡ ese criatura que por otra parte se le anuncia que hay solución el Jesucristo, se dice de las guerras que se están llevando hoy a cabo en el mundo, no estamos de acuerdo, cuanto más sangre se derrama, menos lo entendemos, ¿pero y la guerra que llevamos cada uno de los seres-humanos dentro de sí mismo? La guerra en contra de Dios, mira lo que sucedió en Jerusalén, en los días del inicio de la iglesia, Hechos, 5,34, levantándose un fariseo, hizo su aportación, y después de aconsejarles a aquel concilio, aquel fariseo, dijo en Hechos, 5, 38-39, cuidado con ese vs,39, si la obra es de Dios, no la podréis destruir y vs, 39, luchando en contra de Dios, y te digo querido lector, que estés luchando en contra de Dios, y ni te das cuenta siquiera, esa sigue siendo la táctica del diablo, de poner a la criatura en contra del Creador, y que la criatura no se dé cuenta, y en el momento que estemos en contra de Dios, ya estamos ofendiendo a Dios, y la tormenta se nos viene encima, y entramos en el laberinto, y no entendemos nada, y el pecado dentro de mi corazón me pesa de cada vez más, y si retengo ese pecado porque me creo que no tiene importancia mí actitud delante de Dios, esa tormenta que produce mi pecado nunca se quitará de encima, y seguimos avanzando en este pasaje de Marcos, 4,39-40, la pregunta que le formula Él Señor, amedrentados, o seas, tuvieron miedo, ¿miedo de qué? Si el que está durmiendo, puede apaciguar la tormenta-tempestad, pero ellos estaban en el estado de ánimos que estaban, y no hay tiempo para pensar, quien es el que nos acompaña aunque durmiendo, y Jesús, después de hacerles esta pregunta, le sigue preguntando, porque si el hombre en el pecado tiene muchas pregunta en cuanto a Dios, ¿Cuántas más preguntas tiene Dios, en cuanto al hombre en el pecado? Mientras que Dios, es un misterio para el hombre, Dios, conoce al hombre desde que lo creó, y desde que el hombre desobedeció a Dios, luego si el hombre se hace tantas pregunta, fuera de razón, ¿Cuántas preguntas se puede hacer Dios, en cuanto a la actitud del hombre? Y de esas muchas preguntas, Jesús les formula dos a ellos en esta ocasión, la segunda pregunta que Jesús, les hace, es ¿cómo no tenéis fe? ¿En cuantas cosas que hoy tenemos y hacemos, las tenemos y hacemos, porque tenemos fe en ellas? La fe de Hebreos, 11,6, se pierde según Lucas, 18,8, mientras que en Lucas, 17,5, los discípulos les piden al Señor, que les aumente la fe, y no es nuestro tema, la fe, pero Jesús, les pregunta por ese fruto del Santo-Espíritu, de Gálatas, 5,22, es fe, y se apaga-termina la fe, la fe era lo que les movía a estar cada día en el templo, de Hechos, 2,46, hoy día hay algunos que van cada quince días al lugar de reunión, y toman la comunión, y no pasa nada según ellos, y como Jesús, les pregunta ¿Cómo no tenéis fe? Tendremos que decir como algún famoso cuando los médicos le comunicaron que su enfermedad, terminaba con él, entonces pidió vida, y alguien le dijo, pues ahora tendrás que beber coca cola porque la vida se ha terminado, y la fe se termina, por eso Jesús, nos sale al encuentro a la humanidad, y nos enseña, que aunque este mundo lo tengamos que dejar porque, como comas del árbol morirás, y comió del árbol, y murió, y ahí, es para todos, no podrás esquivar la muerte, no podrás quitarla de en medio con dinero, que sabios seríamos, los humanos si nos preparásemos, para ese acontecimiento, y esa preparación tiene que ser por el ejercicio de la fe, y ¿no tenéis fe? Mira lo que sigue diciendo la Biblia, en Marcos, 4,41, parece ser que es un contraste de este pasaje de la Biblia, al de Romanos, 3,18, por decir uno, no, pero no es un contraste, en el Reino de Dios, es posible que desde esa actitud, de que el hombre no crea nada de nada, y esa era mi experiencia, a cuando el hombre hoye el Evangelio, de Romanos, 10,17, mira oyes y recibes, o seas, que no nos pase como al joven rico de Marcos, 10,22, dice allí que afligido, aquel oyó pero no recibió, sin embargo en Lucas, 19,1-10 hay otra historia de Zaqueo, que es todo lo contrario, y harían faltas hoy día, muchos Zaqueo, y pocos joven ricos, digo que harían faltas por el alto precio que hubo que pagar para que se produjera, la situación-actitud de Zaqueo, porque el temor se había apoderado de ellos leemos en Marcos, 4,41, cuando leemos que tuvieron gran temor, en momentos puntas mira donde hay otro temor, punta también, Génesis, 3,10, ¡que catástrofe vivió allí el hombre, tal catástrofe, que esa catástrofe la vamos a estar viviendo, siempre esta primera creación, ¿digo esta primera creación? Sí porque vendrá otra creación, de Hebreos, 8,11, esa esa creación que se les ha olvidado ya a tantos predicadores, pero que por mucho que se olvide, eso será lo único cierto que llegará, y este pasaje de la travesía va terminando, con sorpresas, cuando ya tenían el temor dentro, se decían el uno al otro, esta es la actitud, que tomamos cuando nos sorprende algo, tú darte cuenta que ayer estuve yo hablando con un amigo que rebosaba salud, ¡tan sano¡ hoy nos llama su familiares, que esta noche ha muerto, ¡quién lo iba a esperar¡ sí, sorpresas, y estos hombres también se quedaron sorprendidos por las manifestaciones del Reino de Dios, con todas las experiencias que estos hombres tenían de esas olas en el mar, y que cuando a ellos les venían esas olas lo único que les quedaban, esperar que pasase la tormenta, pero ahora no, sino que ahora allí con ellos hay alguien, que puede mandar al mar, y mira bien de la forma que yo lo entiendo, puede mandar al mar, esas grandes-gigantescas olas que vienen a mi vida-problemas, que me llega el agua al cuellos, que me ahogo, y cuidado que sí esos hombres se hubieran ahogado, sería figura de condenación en la eternidad, pero estaba con ellos Él Salvador, entonces ya no hay condenación, está en tú vida y en tú corazón, Romanos, 10,9-10, esa es la solución-remedio para no ahogarte, y estos hombres terminan con la sorpresa-pregunta, ¿ves cómo ellos también se preguntan? no es que les preguntasen al Maestro, puesto que todo es una sorpresa, y se preguntan, ¿Quién es este que las tormenta que Dios, nos trae por nuestra desobediencia, Él nos está enseñando que volvamos a la obediencia para que no vengan más olas a nuestra vida? ¿Él puede quitar las olas? Allí termina con esa pregunta que hoy tantas criaturas se están haciendo, y otros ni siquiera se las hacen, van pasando los días y ya llegaremos donde alguien nos inyecta que todo se termina, pero Jesús, decía que no, el viento y el mar le obedecen, figura de poder para salvación, para librarnos de condenación y llevarnos a la salvación, con todo lo sencillos que parece esto, pero no es tan sencillos, sí Dios, no perdona, 1ª de Juan, 1,9, Isaías, 1,18, y estos dos vs, juntos, hay que vivirlo, no por teología, dice el pasaje que el viento y el mar le obedecen, en mi vida le obedecieron, y una vez que vivir 1ª de Juan, e Isaías, no se aplacaron las olas, sino que las quita, y en mi vida ya no hay más olas, porque Él las quitó. Y así podemos ir terminando de estar en medio de la tormenta, que podamos llegar a la eternidad, en esa paz-seguridad, de la que nos prometió Jesús, de Juan, 14,27, y 16,33, el poder vivir esa paz que produce el Santo-Espíritu, en el alma, es el ya no va más, es la máxima seguridad de eternidad-salvación, bueno querido amigo-lector, ahí está esa experiencia que aquellos hombres vivieron con las órdenes-mando del salvador-maestro, y están al alcance de todos, y que Dios, te bendiga. F. Chamorro

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